La verdad es que hablar de nuestra autoestima es un tema muy complicado, que no se hace menos relevante cuando pasamos a ser adultos, sino que más bien sigue siendo un pilar fundamental en nuestra vida.
Ya debemos de saber lo importante que es tener buena autoestima, y cómo esta única palabra puede influenciar todos los aspectos de nuestra vida, por lo que siempre tenemos que estar trabajando en ella. Ser mejores, ser más sanos, ser más felices. Eso es lo que caracteriza una buena autoestima.
¿Pero cómo llegamos allí? Esa es la pregunta del millón, y que nadie tiene una respuesta definitiva, ni siquiera yo. Lo interesante de la autoestima es que, no es algo recto, sino curvo y muy parecido a una montaña rusa. Es decir, no es un concepto inamovible en nuestras vidas, sino más bien una constante que moldeamos nosotros mismos y que, a veces, choca con elementos externos también.
Sin embargo, es posible prestar atención a ciertos detalles que influyen en nuestra autoestima para mejorar y sentirnos bien con nosotros mismo, lo que es igual a aprender a estar cómodo contigo y con los elementos negativos y positivos que te rodean. Déjame contarte una pequeña anécdota altamente relacionada con lo que hablaré en este artículo:
En mi adolescencia tardé mucho en entender que dejarme llevar por los comentarios malintencionados de algunos de mis supuestos amigos no era lo mejor. Ellos me decían que me veían como un bobo, por qué no me gustaba involucrarme en situaciones que me traerían problemas, y solo eso bastó para que comenzara a acomplejarme y encasillarme como alguien “aburrido”.
Al poco tiempo que esas personas se alejaron de mí, yo comencé a sentir una cierta tranquilidad con respecto a las cosas que hacía y me sentía feliz de no tener que participar en cosas que no quería.
Evidentemente, también comencé a pensar que nadie se volvería a relacionar conmigo por ser “aburrido”. Y mis padres empeoraba la situación comparándome con mis hermanos, que si tenían muchos amigos y no se pasaban el día en la casa como yo.
¿Pero qué era lo que pensaba yo de mí mismo? ¿Acaso estaba haciendo algo malo para considerarme aburrido y preferir encerrarme en mi cuarto que socializar? No, no tenía nada de malo. Pero ni siquiera me había puesto a considerar en todo ese tiempo lo que yo pensaba de todo eso.
Adrián de la Cruz – Entrevista Apasionados #2Entonces comprendí que no podía seguir así. Que no me gustara realizar las mismas actividades problemáticas que mis antiguos amigos no significaba que yo era aburrido; por qué en realidad siempre he tenido un muy buen sentido del humor.
Sin embargo, no sentía la urgencia de hacer 100 amigos para parecerme a mis hermanos y complacer a mis padres, eso tampoco era saludable para mí. Así que hablé con ellos y tuvimos un debate poco satisfactorio de hecho, pero gracias a ello logré que comprendieran que sus comentarios no eran correctos y necesarios en mi vida. Y luego de un tiempo no supe más de eso.
Después de esa etapa de mi vida, conocí a mis dos mejores amigos con los que aún comparto todo el tiempo, y de conocer a muchas personas increíbles aún no me he cansado de eso. ¿Te sentiste identificado con esto? Todo el mundo ha pasado por esto, así que no te preocupes por ello.
Toma en cuenta de lo que te hablo en este artículo y verás que mejorarás tu autoestima y aprenderás a no dañar el de los otros. Así como podemos estar en esa posición donde somos afectados, también podemos estar afectando a alguien más sin saberlo. ¡Continúa leyendo para que aprendas más sobre los elementos que influyen en esto!
¿Sabes cómo puede nuestra autoestima afectar a los demás?
Muchos estudios ya han comprobado que nuestra autoestima va más allá de nosotros, no solo afectando lo que pensamos de nosotros mismos, sino también lo que recibimos de los demás y cómo nos relacionamos con ellos.
Volvamos a mi historia, ¿qué crees tú que ganaban mis supuestos amigos al decirme cosas malintencionadas para hacerme sentir mal conmigo mismo? Enaltecerse ellos para así sentirse bien con lo que hacían. Una falsa autoestima que, incluso aunque no tuvieran la verdadera necesidad de hacerme sentir mal, lo estaban haciendo.
Aunque en mi historia ese caso no aplicó, diariamente nos encontramos con personas que no se dan cuenta de que nos hacen sentir mal para evitar quedar mal ellos, o que incluso tratan de compararnos con otras personas para lograr este fin.
¿Qué es coaching?¿Qué elementos afectan nuestra autoestima?
Con base en mi experiencia y en todas las personas que he conocido, podría decir que la autoestima es uno de los temas a los que más atención le prestamos en nuestra vida. Y con toda la razón del mundo, ya que se trata de la valoración que tenemos de nosotros mismos.
Pero como te he dicho anteriormente, la autoestima no es una cosa que vaya en línea recta. Es más bien algo parecido a una montaña rusa, que varía dependiendo del día y de tu estado de ánimo. Una situación tanto externa cómo interna puede cambiar el rumbo que seguía nuestra autoestima, lo que la hace un factor muy cambiante que debemos de aprender a cuidar y proteger constantemente.
Pese a que existen distintos factores y elementos que afectan directamente nuestra autoestima, no todos son una bala que rebota entre nosotros y lo demás. Distintos elementos cómo serían el caso del perfeccionismo y los complejos de posicionamiento te pueden afectar, pero no tendrán el mismo peso que el juicio y las comparaciones tiene sobre ti y los demás. Hagamos énfasis en ellos:
El juicio
Son básicamente las valoraciones que haces sobre algo, pero bajo tu propio criterio, y como todos los elementos que afectan nuestra autoestima, puede dañarte o alegrarte los días por completo. Es uno de los pocos elementos que nos afectan de igual manera cuando lo aplicamos a los demás.
Desde hace muchos años ya era consciente de esto, pero fue cuando comencé mi labor como coach que caí en cuenta de que existen dos grandes males que nacen del juicio, afectando enormemente a nuestra autoestima y la de los demás.
Mientras que los juicios externos son aquellos que recibimos de los demás y los sobreponemos a los nuestros, los juicios internos son aquellos que nos hacemos a nosotros mismos y que son más fuertes que los de los demás. Ambos pueden ser negativos o positivos, sin embargo, que tanto nos afecten dependerá de nosotros mismos.
Los juicios externos
A todos nos ha pasado en algún momento de nuestras vidas, e incluso puede seguir sucediéndonos constantemente, el validar los juicios de los otros por encima de los nuestros. Cosa que incluso llegamos a hacer con los juicios de las personas que no conocemos.
El problema surge cuando una persona con una personalidad más fuerte arrastra a las demás a una realidad que solo es tuya. Es decir, que cuando esta persona te juzga, es muy probable que te termine convenciendo de que es cierto o de que tú estás equivocado.
Aclaraciones sobre el coaching y la figura del coach¿Qué puedo hacer para que no me afecten los juicios externos?
Cuando te encuentres en una situación similar, te aconsejo que seas muy cauto y no des por absoluto las palabras de otra persona por sobre lo que tú piensas. Todos somos libres de hacer un juicio sobre lo que sea, y por esto mismo, nadie está más cerca de la verdad que el otro, ya que vivimos con diferentes perspectivas de una misma cosa.
Lo mejor que puedes hacer tras recibir un juicio externo es preguntarte a ti mismo: ¿Esta persona me está dando información que me ayude a crecer y mejorar como ser humano? Tan simple como si no es así, ya sabes que no debes prestarle atención.
No es necesario que trates de convencerlo de lo contrario, ni darle razonamientos para que se den cuenta de lo equivocado que están, solo hace falta que no aceptes ni hagas tuyos esos juicios perjudiciales que no te aportan nada.
Los juicios internos
Este tipo de juicios tienen más influencia en nuestra autoestima, como era de esperarse, por ser directamente hechos por nosotros mismos. Todos hemos sido alguna vez los peores villanos en nuestra historia, sin piedad alguna a la hora de juzgarnos.
Créeme si te digo que tendemos mucho a dramatizar la mayoría de las situaciones que nos pasan a diario. Todos armamos un poco de drama en nuestra vida para desviar el hecho de que nosotros mismos somos el problema real. Esto no quiere decir que todo el tiempo sea así, que esto sea una realidad absoluta de nosotros.
¿Cómo puede evitar caer en el juicio interno perjudicial?
Por ejemplo, toma el siguiente consejo como una oportunidad para que te des cuenta de que lo que te digo, tú siendo el principal villano de tu vida, no es algo cierto, sino más bien un mal momento.
Cuando te encuentres teniendo un diálogo interno, y empiece a tornarse en un juicio negativo, mantén la calma y pregúntate seriamente: ¿Este juicio que estoy haciendo sobre mí ha sido siempre así desde el día que nací? Si la respuesta es negativa, entonces, ¿estaré dramatizando de más esta situación?
Las comparaciones
Este último elemento conforma junto a los juicios dos de los engranajes más importantes en los efectos moldeadores de la autoestima. Siendo ambos los más fundamentales por su gran influencia en nuestro individuo y las personas que nos rodean a la vez. Su efecto negativo es mucho más potente que su efecto positivo y es muy común verlo en nuestras interacciones diarias.
Psicología prácticaConsiste en una tendencia que nos lleva a compararnos en casi todo con los demás. ¿Y sabes qué es lo que pasa? Que siempre buscamos las virtudes para poder hacernos menos que los demás, o hacer menos a los demás dependiendo del contexto; pero en ambos casos se convierte rápidamente en una práctica tóxica o malintencionada.
Las comparaciones externas
¿Recuerdas la historia del principio? Mis padres no dejaban de compararme con mis hermanos, que mientras ellos tenían muchos amigos, yo prefería pasar el tiempo solo o con pocos amigos. Esto me acomplejaba, me hacía pensar que había algo que no estaba haciendo bien.
Así como me pasó a mí, diariamente te podrás encontrar con situaciones donde te comparen con alguien más. Pero ten en cuenta algo, ¿Realmente tienes que ser cómo esa persona? Usualmente de quienes recibimos comparaciones no saben realmente sobre nosotros, por lo que tienen que resaltar a la otra persona para poder posicionarnos.
No todos podemos alcanzar ciertos logros al mismo tiempo, ni queremos obtener las mismas cosas que los demás. Nuestras prioridades y el ritmo que demos en nuestra vida no puede centrarse en las comparaciones que nos hacen con alguien más, por qué no somos esa persona ni esa persona piensa como nosotros.
Las comparaciones internas
Admirar no tiene nada de malo hasta que lo volvemos en una competencia. Es posible que tu amiga sea más delgada que tú, o que tu compañero de trabajo haya sobresalido más que tú en una determinada labor, sin embargo, eso no te hace menos valioso que ellos.
Dentro de ti también hay ciertas cualidades que ellos no poseen y que incluso podría ser que los haga sentir cómo tú te sientes respecto a ellos. Todos tenemos algo que nos hará sobresalir del resto, todo lo que tenemos que aprender es a aprovecharlo.
Con este comentario no te estoy invitando a que te compares con otros para que termines diciendo: “Sí, es cierto. Estoy por encima de ellos, por qué yo sí puedo hacer esto y ellos no”. Esto solo te llevaría a crear una falsa autoestima que se base completamente en ello, y que se desmorone tan fácilmente como una torre de papel.
¡Abraza tu verdad y date cuenta de lo que realmente vales!
Hazte consciente de tus virtudes, de tu luz interna y abrázala con fuerza. Este es el pretexto perfecto para que aumentes tu valoración sobre ti mismo. Siempre desde un lugar sano y positivo, sin menospreciar a los demás y sin creerte menos que tus compañeros. Sabiendo siempre quien eres y que vales para no dejarte llevar por falsos juicios.
Cómo surgen las pasiones y porqué tu talento puede desarrollarse má...Antes de terminar este artículo y despedirte con unas sabías palabras que Michael Jordan una vez dijo, quería recomendarte dos fantásticos libros sobre la autoestima que de seguro te servirán como me sirvieron a mí, que incluyen ejercicios aplicables y prácticos. Así podrás pasar rápidamente de la teoría a la acción:
—”La única persona con la que puedo compararme e intentar superar día a día, es conmigo mismo.” ¡Te invito a que sigas leyendo nuestros artículos para saber más sobre la autoestima!