Afilar el hacha: herramientas de Coaching n.º 2

“Afila bien el hacha” decía mi padre, mientras cortábamos madera para la vieja cabaña.

“Si no está lo suficientemente afilada, será inútil”.

Esta frase, nunca va a salir de mi cabeza. Un hacha sin el filo suficiente, lo único que hará será arruinar la leña, en lugar de los cortes limpios y precisos que se necesitan 

“La madera mal cortada es un desperdicio”. 

Otra afirmación, aún más fuerte que la anterior, aquí es donde comprendí lo que quería decir. Afilar el hacha significa prepararla, darle lo que necesita para cumplir su función.

Si no me preparo para las cosas que voy a hacer ¿Cómo las haré?

Afirmar poder hacer algo, sin haberlo hecho nunca antes, tiene 2 caras. Puede ser un acto valiente, basado en el conocimiento de las habilidades, o bien puede ser una decisión sinsentido, con bases en sentimentalismos o avaricia, que realmente no llegue a ningún lado.

Pero eso no es todo.

Mi padre no tenía un solo hacha, eran unas 5

Cada hacha era diferente, y aunque a veces alternaba entre las mismas, mi padre tenía unas para ciertos tipos de madera.

“La función de cada hacha es determinada por su estructura” me dijo alguna vez, mientras afilaba un hacha particularmente pequeña.

“Lo bien que el hacha cumpla su función depende de mi técnica” continuó, esta vez después de haber dejado de afilar el hacha y mirándome fijamente. “Si yo fallo, el hacha no hará el resto del trabajo por mí”.

Es interesante como, una simple herramienta puede enseñarte tantas cosas. Las herramientas son una forma de relacionarnos con las cosas que hacemos, y con el mundo que nos rodea. Muchas veces empleamos varios objetos, ideas, libros o personas como herramientas, pero nunca les agradecemos su utilidad ¿Por qué?

Hay muchas formas divertidas de ver el mundo, ideologías interesantes, enfermedades fúnebres, y una que otra regla aburrida ¿Por qué son tan diferentes? Esto es por su construcción, todos fueron hechos con herramientas diferentes. 

¿Qué quiero decir con toda esta palabrería? La respuesta es muy simple

Las herramientas son partes de nuestro ser.

Tal y como escuchas. Las hachas de mi padre, por un momento, se volvían sus brazos. Él era capaz de mantener el control del hacha como si se tratara de sus extremidades. Era casi como que si, él cortara la madera con el filo de su propia mano.

Las herramientas construyen nuestras habilidades, nuestro poder y son una ayuda para que nuestro ser interactúe con el mundo. Esto funciona tanto en un sentido literal como figurado, también están las herramientas psicológicas, emocionales y espirituales.

Y podemos ir más allá ¿De qué forma podríamos interactuar con el mundo sin nuestras manos? ¿O cómo podríamos ver sin nuestros ojos? ¿Cómo percibiríamos la realidad sin un cuerpo que esté presente en la misma?

Somos como robots, que necesitan una variedad de sistemas para funcionar. La diferencia se encuentra únicamente en que los sistemas de los robots están hechos de circuitos, software y hardware, en cambio, nosotros somos de carne y hueso. 

No me compete preguntarme ¿Qué somos? Y qué es lo que nos hace ser nosotros, sin embargo, fácilmente podría ser parte de este tema. En cambio, te enseñaré qué es afilar el hacha y de qué forma puedes lograrlo. 

Sé el hacha que corta la madera.

Usa tu fuerza para que las dificultades se reduzcan a un golpe limpio.

Corta tus inquietudes, tus miedos y debilidades. 

No eres débil, no eres inútil, lo que necesitas son las herramientas que te ayudarán a construir y construirte.

¿Qué significa afilar el hacha? 

Afilar el hacha significa centrarnos en mejorar las herramientas con las cuales estaremos cumpliendo las diferentes funciones de nuestra vida. ¿Qué pensabas? ¿Qué se refería a mejorar tus habilidades? En parte, estás en lo correcto, pero se puede ir aún más allá.

Con afilar el hacha me refiero a la forma en la que las herramientas se vuelven aquello que nos llevan a nuestros objetivos. Afilar el hacha es, en efecto, un entrenamiento.

De la misma forma en la que los fisicoculturistas entrenan a diario, controlan sus comidas, sus calorías, entre otras muchas características de su físico, es nuestro trabajo hacer lo posible para preparar aquello que tenemos a corto y largo plazo.

Los fisicoculturistas lo hacen con el fin de llegar a alguna competencia y mostrar sus cuerpos tallados cuál estatuas. En nuestros casos, afilar el hacha cubre muchos otros espacios en nuestra vida, y su fin es muy diferente dependiendo del hacha y su función particular.

Afilar el hacha es una frase que puede tener una variedad de significados. Desde prepararte para un examen regular, hasta entrenar para tener salud. La amplitud de este concepto es tan ridícula que no se podría cubrir solo con este artículo.

Por ello, mejor te hablo de un concepto base. 

Afilar el hacha es preparar la firmeza de tu ser para una prueba próxima o para una mayor fortaleza ante la posteridad.

Es decir, afilar el hacha es volverte más fuerte de lo que eres, para lo que sea, en el contexto que sea, en el momento que sea.

Afilar el hacha es preparar tus emociones, tu cuerpo, tu alma y tu mente para literalmente cualquier cosa. Y a la vez, afilar el hacha puede referirse a simplemente entrenar para ser mejor, sin ningún tipo de meta en específico.

¿De qué forma afilo el hacha?

A la vez que existen mil y una formas de entender qué es afilar el hacha, hay mil y una maneras de afilar el hacha. Solo que, en primer lugar, debes de saber qué hacha vas a afilar.

Mi padre tenía unas 5 o 6 hachas. Todas las afilaba de una forma distinta, la posición era diferente y el agarre también. La forma en la que la afilaba dependía de la función que desempeñaba el hacha.

Y, siguiendo su consejo, te diré cómo afilar tu hacha en función del tipo de hacha que vas a afilar ¡Solo que hay un pequeño gran problema! También hay mil y una hachas, por lo tanto, no puedo hacer una guía específica por cada tipo de hacha. 

De hecho, ¡hay un montón de hachas que ni yo mismo conozco! Así que, he hecho una lista de hachas básicas, tanto para que te familiarices más con el contexto, como para que puedas hacerte una idea de cómo afilar tus propias hachas únicas.

Ejercicios y entrenamiento para el hacha física

El hacha física es exactamente lo que crees que es: tu propio cuerpo. Cuando hablamos del hacha física, me refiero a todo aquello en lo que sufres por culpa de tu cuerpo y debes de afilar. Es decir, es la dimensión física de tus problemas.

Podemos entender el hacha física como todo aquello que haces con tu cuerpo, todo aquello que cortas. Para los deportistas, el hacha física es lo más importante de todo el resto de sus herramientas. También están otras personas que directamente no tienen cuidado con su hacha física, o que incluso la dañan adrede.

Estar en armonía con el hacha física es una parte crucial de cualquier persona. Cuidar tu hacha física significa cuidarte a ti mismo. Por ello, para poder afilar tu hacha física, primero debes de conocerla. Antes que todo, conoce tu cuerpo.

Conociendo mi cuerpo

A veces, me parece increíble cómo hay personas que llevan años, ya sabes, ¡viviendo! Y realmente no conocen su cuerpo. Conocer el cuerpo es necesario para tantas cosas que le pueden pasar, o tantos mensajes que nos puede mandar, tantas situaciones por las que debemos pasar, entre otras cosas.

Conocer tu cuerpo significa saber muy bien qué es, de qué está hecho, qué es capaz de hacer y cuáles son sus límites. Especialmente los límites, ya que te ayudará a tener mayor armonía con él.

Es momento de ejercitarse

Ejercitarse es una actividad maravillosa. Que sí, que puede ser un poco difícil empezar con una rutina de ejercicios, pero te daré un consejo muy importante al respecto.

Muchas personas se ejercitan con el único fin de “verse mejor” físicamente. Otras, lo hacen porque tienen algún problema de salud y necesitan de la actividad física. Además de muchas otras, que lo hacen solo como una rutina desordenada.

Solo que, hay un problema con todas estas personas.

Todas esperan un resultado.

Tener expectativas acerca del ejercicio físico es una buena manera de motivarse, pero también puede ser tu ruina. Es realmente complicado que los ejercicios físicos den resultados de forma inmediata ¿El por qué? Hay varias razones, y puede haber mil razones, pero la principal es la lentitud con la que el cuerpo cambia.

Pueden pasar varios meses antes de que tu cuerpo se vea específicamente como quieres, por ello, muchas personas suelen rendirse antes de las primeras semanas. La hipertrofia, que son los tipos de ejercicios en los que lo principal es ganar masa muscular, es bastante complicada.

Y estas personas tienen otro gran problema ¡No son capaces de ver los resultados inmediatos al empezar a entrenar! Las personas que hacen actividad física con regularidad normalmente manifiestan un bienestar general poco después de haber empezado.

Solo que sí, he de admitir que hacer actividad física es realmente complicado. Lo ideal es que disfrutes las actividades que realizas. Así que, lo mejor para ello, es encontrar una actividad que te guste hacer.

Toca practicar algún deporte

Practicar deportes es una actividad emocionante y efusiva. Si te diviertes durante la actividad física, lo más probable es que ni siquiera percibas el esfuerzo con el que la haces. 

No puedes olvidarte de disfrutar las cosas que haces, incluso si sientes que las haces por alguna responsabilidad.

Es especialmente una buena idea que intentes practicar deportes con personas con la que te llevas bien o con quienes disfrutes pasar el tiempo.

Preparándome físicamente para lo que debo hacer

En caso de los profesionales que trabajan con sus habilidades físicas, este es un gran consejo. Puede que no aplique tanto para personas promedio, pero sí que puede llegar a ser útil, por ejemplo, para empezar con tus entrenamientos. 

Comprendamos y fortalezcamos el hacha psicológica

El hacha psicológica es un aspecto fundamental de toda persona. Sin el hacha psicológica es imposible hacer muchas cosas. Seguir vivo, por ejemplo.

Pero antes que todo, debemos de entender la importancia por completo del hacha psicológica. Esta es la que nos permite desenvolvernos como entes pensantes dentro de nuestro entorno. No se puede concebir un ser humano funcional sin esta función.  

Conociendo mi mente

Con tal importancia, ¡no podemos dejar de lado el hacha psicológica! Y una forma de empezar a tratar con cariño un elemento tan importante, es comprenderlo. Al momento de comprender nuestra propia mente, nos comprendemos a nosotros mismos.

Esto tiene mucho que ver con el hacha emocional, sin embargo, no deja de ser tema aparte.

¿Cómo me afecta el pasado?

Una parte crucial del hacha psicológica, es que en la sociedad en la que vivimos actualmente, los traumas psicológicos son casi el pan de cada día. Puede que suene exagerado, pero, ¿quién de los que conoces, no ha sufrido de algún gran trauma que lo haya marcado de alguna forma? 

Esto es natural, pero no por ello es bueno que nos haga tanto daño. Lo ideal es identificar aquello que nos lastima y poder superarlo de forma sana. Recuerda que superar no significa olvidar ni eliminar, la marca siempre quedará, siempre dolerá y te acompañará el resto de tus días.

Velando por mí mismo

Somos seres lastimados, todo nos ha hecho daño de una forma u otra, pero esto es normal. Nuestro trabajo es mantener el daño al mínimo, saber lidiar con él cuando pasa y alejarnos de aquello que nos lastima. La paz mental es prioritaria para la salud de nuestro ser.

El hacha emocional: nuestra resiliencia en un mundo cruel

El hacha emocional es el principio de nuestro ser, aquel que muestra la dimensión del alma en donde se encuentra nuestro propio ser. Por lo tanto, es un espacio sumamente importante para nosotros mismos en el cual trabajar.

Para el hacha emocional se necesita tener una gran fuerza para soportar el mundo cruel en el que vivimos. Además de claramente, conocerte a ti mismo desde el apartado emocional. Solo que, esto viene del lado mental también.

¿Qué es lo que deseo en mi futuro?

Primero que todo, ¿cuáles son mis deseos? ¿Qué es aquello que anhelo para mi futuro? Estos son 2 factores más que cruciales en todo ser. 

El querer, los deseos, son 2 conceptos que no pueden ser olvidados. Todos los seres vivos tenemos deseos, y estos son fundamentales para nuestras vidas.

Son especialmente relevantes cuando nos damos cuenta de que nosotros somos seres conscientes, pensantes y tenemos una serie de necesidades. Alguien que no logra lo que quiere, se quiebra fácilmente.

Aspectos de mi entorno

El entorno nos afecta, y nos afecta de gran manera.  Hay muchos factores que son capaces de afectarnos de forma negativa o positiva dentro de nuestras vidas.

Sea nuestra familia, nuestro trabajo, nuestras habilidades sociales, entre muchas otras cosas. Ante todo esto, tener resiliencia es valioso.

Cortemos la desesperanza con el hacha espiritual

El hacha espiritual es una parte importante de todos nosotros. Aunque no seas particularmente creyente de algo, debes de tener en cuenta que el espíritu no se refiere necesariamente a algo esotérico o religioso.

Cuando hablamos de espíritu, en un término amplio, nos referimos a lo más profundo de nosotros mismos. La conexión cuerpo–mente y mente-entorno es parte de ello. Alimentar el espíritu es vital para mantener nuestra felicidad.

¿Qué conforma mi espiritualidad?

En términos simples, y como un concepto más amplio, la espiritualidad es todo aquello en lo que crees. Cuando hablamos de espiritualidad nos referimos a la manera en la que percibes a los demás, a ti mismo y al mundo en el que vives.

Tu espiritualidad son tus pensamientos, tus relaciones y tu ser. Eres tú desenvolviéndote como te es más cómodo en el mundo. Cuidar este apartado es cuidarte.

¿En qué quiero suponer?

Es más que crucial saber en qué tener fe. Sea religioso, espiritual, personal o esotérico; hay muchas cosas en las cuales puedes pensar para alimentar tu espíritu. Afilar tu hacha espiritual implica definir qué es tu espíritu.

¡Nunca dejaré de afilar mi hacha!

Después de afilar las hachas con mi padre, los cortes eran perfectos.

Si ocurrían errores o malos cortes, era yo por mi propia inexperiencia, pero jamás mi hacha. 

Entendí finalmente que afilar el hacha es entrenar, estar listo para todo lo que la vida puede lanzarte; sea bueno o malo ¡Y nunca dejaré de hacerlo!

Afilar el hacha se trata de tantas cosas necesarias en la vida, que le agradezco a mi padre enormemente por la gran lección que me enseñó. Gracias a él, destaco en todas las cosas que hago. Él me enseñó a ser como una llamarada que siempre sorprende con su poder.

Mi hacha, tanto como herramienta como parte de mí, es lo más preciado que tengo, ya que es aquello gracias a lo que vivo. Las diferentes hachas que tengo son, además, el resto de lo que me hace ser yo.

Así que, ¡no dudes en afilar tu hacha y vuélvete el filo de la excelencia en tu vida! Además de esto, te invitamos a que te pasees por el resto de nuestro blog. En nuestro blog podrás encontrar una variedad de temas similares a este ¡No te los pierdas!

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